El United, que notó exageradamente la baja de Wayne Rooney, cayó ante un City normalito. Los de Ferguson no merecieron a victoria, ni mucho menos, pero lo justo en mi opinión habría sido llegar a la prórroga.
El equipo solo funcionó durante la primera media hora de partido, a partir de ahí se fue desinchando, y cuando el City marcó, dio el pinchazo definitivo.
Touré fue quien a los 52 minutos, tras un fallo garrafal de Carrick, anotó el único gol del partido. El United no supo jugar con el marcador en contra, y menos despues de quedarse con 10 hombres en el 72 por una horrible entrada de Paul Scholes.
Ahora sólo nos queda levantar la cabeza y pelear a muerte por el doblete. WE´LL NEVER DIE!
No hay comentarios:
Publicar un comentario